Cuando la principal función que buscamos a la hora de instalar un sistema de elevación en nuestro edificio de oficinas, comunidad de vecinos o vivienda unifamiliar es el transporte de mercancías, necesitamos un montacargas.
Sin embargo, una vez tomamos la decisión de instalar un montacargas, debemos conocer que tipo de montacargas es el que necesitamos, ya que en función del uso que vamos a darle a este sistema, debemos tener en cuenta una serie de factores: su modo de funcionamiento, el espacio disponible para su instalación o el plan de mantenimiento del montacargas.
Sistema de funcionamiento:
Respecto a su sistema de funcionamiento, encontramos dos tipos principales en el mercado: los montacargas eléctricos y los montacargas hidráulicos.
Los eléctricos pueden alcanzar una velocidad mayor, sin embargo, su proceso de mantenimiento es más complicado y requiere más trabajo, puesto que sus componentes se desgastan más.
Por contrario, los ascensores hidráulicos son más lentos, pero sus condiciones de instalación y de mantenimiento son preferibles.
¿Pueden viajar personas?
Sí, pueden. En el caso de que el montacargas se instale con la intención de que determinadas personas acompañen a la carga transportada, éstos deberán ajustarse a la normativa UNE-EN 81.2.
La nueva normativa difiere bastante de la anterior, puesto que, por ejemplo, estos sistemas pueden llegar a alcanzar una velocidad de 1m/s, el doble que aquellos utilizados solo para el transporte de carga. Por supuesto, estos ascensores deben incluir botón de socorro y teléfono de rescate.
Espacio disponible para la instalación
El primer paso para la instalación de un montacargas es el estudio del espacio disponible por parte de un equipo técnico y de un ingeniero. Los montacargas son altamente personalizables, por lo que se trata de adaptarlos por completo a las necesidades del cliente.
De hecho los principales fabricantes los fabrican a medida, por lo que es posible adaptarse a prácticamente cualquier espacio disponible.
Una vez estudiado y acondicionado el espacio necesario para la instalación, se colocan los distintos componentes. La calidad de éstos resulta determinante para garantizar la calidad del servicio y la durabilidad de las instalaciones, permitiendo ahorrar futuros costes en pequeñas averías provocadas por el deterioro de los mismos ante un uso normal del montacargas. Para ello es necesario instalar componentes que cumplan con los certificados establecidos.
Mantenimiento
Respecto al mantenimiento de este sistema de elevación, cabe mencionar que es exactamente igual al que se emplea con el resto de ascensores. Se sigue meticulosamente un plan de mantenimiento específico para el montacargas, dependiendo de sus años de servicio y del uso diario. Para ello, es necesario someterlo a inspecciones periódicas que evalúen el estado del servicio y la garantía de seguridad.
Es recomendable encargar el mantenimiento a una empresa especializada en este tipo de sistemas, cuya experiencia y metodología permitirá aplicar de la forma más eficiente todos los requisitos de la normativa vigente.