Los accidentes en los ascensores son eventos muy puntuales y que se producen con una frecuencia muy escasa. La seguridad al utilizar un ascensor es la principal prioridad exigida por parte de los usuarios del mismo. Además, la legislación que controla la seguridad de los ascensores cada vez es más estricta, con el objetivo de que no solamente se produzcan pocos accidentes en los ascensores, sino tratar de que sean reducidos a cero.
El diseño y la funcionalidad son aspectos importantes a ofrecer en un ascensor, pero cuando son personas las que viajan en un ascensor, la seguridad se convierte en el factor más determinante a tener en cuenta. Para garantizar la seguridad en los ascensores existen numerosas medidas. Una de las más simples e importantes es que las empresas instaladoras y de mantenimiento solamente utilicen piezas y recambios de primera calidad y certificadas por organismos oficiales competentes.
Como se ha mencionado previamente, los organismos reguladores, con la colaboración de las empresas del sector de los ascensores, han trabajado de forma conjunta en establecer y desarrollar una normativa estricta cuyo cumplimiento permita que además de que se produzcan pocos accidentes en ascensores, prácticamente nunca haya que lamentar daños personales. Una de las medidas que favorecen la seguridad en los ascensores es sin duda la realización de revisiones periódicas para supervisar de forma regular el estado en el que se encuentra el ascensor, ya que los materiales y los componentes del ascensor pueden desgastarse con el uso y el paso del tiempo.
Estas revisiones deben reflejar la fecha en que se realizó el mantenimiento, la razón de la revisión y el mantenimiento que se ha llevado a cabo.
Según el tipo de ascensor, las revisiones se realizarán con mayor o menor frecuencia:
- Ascensores instalados en edificios de uso industrial y lugares de pública concurrencia: cada dos años.
- Ascensores instalados en edificios de más de veinte viviendas o con más de cuatro plantas servidas: cada cuatro años.
- Ascensores no incluidos en los casos anteriores: cada seis años.
Por último, cabe mencionar la importancia del comportamiento de los usuarios en el ascensor. Llevando a cabo una serie de sencillas pautas, pueden reducirse aún más las posibilidades de que ocurra un accidente o una avería que provoque que una persona quede atrapada:
- Nunca se debe sobrepasar el límite de peso indicado en el ascensor.
- No hacer movimientos bruscos o saltar dentro del ascensor, ya que puede potenciar el desgaste de los componentes del ascensor, provocando a su vez que sea más fácil que ocurra un accidente.
- No tirar objetos por el foso del ascensor, ya que puede provocar daños en el equipo o deterioro de algunos componentes.
- Hay que evitar que los niños viajen solos en un ascensor, así como que jueguen en el ascensor o en las proximidades de las puertas.
- En caso de incendio, no se debe utilizar el ascensor bajo ningún concepto.